MADRE
NATURALEZA
En vidas de plástico, de
sintéticos, de derivados desnaturalizados, la Madre Tierra, se hace
un hueco, grita, y se expresa, trata de naturalizarnos, de despertar
nuestro lado más humano, más animal y necesitado de contacto bruto
e intenso. En un intento de despertarnos del letargo y entrar en
nuestras vidas asomándose a nuestras casas, se materializa en
creaciones sencillas, de recolectas, lentas, y pacientes con mirada
inquieta. Nos descubre nuevamente la belleza de lo cotidiano, cada
vez más olvidado e invisible, y así, desde un día a día lleno de
ruidos, de rutinas, de prisas de…, lleno de vacíos, de vidas de
plástico, de laberintos, de pérdidas de tiempo, de máscaras, de
superficialidad…, nos rescata, nos abre sus brazos y sale a nuestro
encuentro para sentirnos una prolongación, carne de su carne, hij@s
del Fuego, del Aire, del Agua y la Tierra…
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